Uso de prisioneros y prensacables a la hora de crear una lámpara

Al montar una lámpara, ya sea aplique, pie, sobremesa o colgante, hemos de tener en cuenta y de forma fundamental, la seguridad. Un montaje seguro garantiza, además de nuestra integridad, una durabilidad extensa para nuestra lámpara

Al fabricar una lámpara, el momento más crítico es el del conexionado, concretamente, el de la conexión del cable al portalámparas o casquillo. Obviamente, lo haremos con la luz apagada, pero no hemos de olvidar el uso de la que llamamos la “pieza clave”, es decir, el prisionero o prensacables. Puedes ver los prisioneros en este enlace de nuestra tienda online

Este accesorio consiste en una pequeña pieza que va a ser la encargada de unir el cable decorativo al portalámparas. De ese modo, se evita que con un tirón o golpe, la conexión pudiera liberarse con el consiguiente peligro para quien lo manipula.

Los prisioneros o prensacables constan de dos componentes principales: por una parte el tornillo lateral o prensa y por la otra la rosca de sujeción al portalámparas. El tornillo lateral es el encargado de fijar el cable decorativo al mismo cilindro prisionero. Este tornillo puede no estar y en su lugar, existir una mordaza de presión. El segundo componente es la rosca que une el propio prisionero al casquillo o portalámparas.

Los cables decorativos se pasan a través del prisionero y este a su vez se enrosca en el portalámparas. Aunque tiremos del cable, la presión a la que sometemos el cable no afecta a la conexión, ya que en realidad estamos tirando del casquillo.

Es muy importante la adquisición de este pequeño accesorio a la hora de hacer recuento del material que compramos para fabricar nuestra lámpara. Muchas veces el cliente la obvia, con lo que aumenta exponencialmente el peligro en caso de tirón.

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